Estos son los más frecuentes pero no los únicos. Personalmente el que más me preocupa es el punto número 6 -llevarlo al odontopediatra sólo cuando le empieza a doler un diente- porque si hubierais llevado a vuestros hijos mucho antes (antes de que salga el primer diente) os aseguro que no cabría la posibilidad de que ocurriesen el resto de puntos.No cuidar (o tratar) los dientes de leche.
- No limpiar la boca de los bebés hasta que no le salen los dientes.
- Usar pasta dentífrica sin (apenas) flúor.
- Dejar que se cepillen los dientes sin supervisión.
- No limpiar la lengua.
- Llevarlo al odontopediatra sólo cuando le empieza a doler un diente.
- Darle besos en la boca.
- Dar algún alimento (sólido o líquido) antes de irse a dormir.
- Picotear en exceso.
- Mojar el chupete -o tetina- en miel o sustancias azucaradas.
Dicho esto, desarrollemos todos los puntos.
1. No cuidar (o tratar) los dientes de leche.
Los dientes de leche se caen, sí, pero hasta que eso sucede las caries pueden provocar dolor, infecciones, pérdida de espacio, alteraciones en la erupción de los dientes definitivos y un largo etcétera que repercute en su salud, que es lo que a fin de cuentas nos importa. Tened en cuenta que hay muelas que se caen cerca de los 11 años por lo que van a tener que estar mucho tiempo en la boca del niño.
2. No limpiar la boca de los bebés hasta que no le salen los dientes.
Cierto es que la caries solo puede ocurrir una vez que empieza a salir el primer diente pero antes podemos reducir el número de bacterias de la boca y, lo más importante, podemos introducir el hábito del “cepillado” para que luego no suponga una lucha.
3. Usar pasta dentífrica sin (apenas) flúor.
Recientes estudios demuestran que el uso de pastas con una cantidad de flúor menor a 1000 ppm no protegen frente a la caries. Debemos tener especial cuidado con las cantidades de pasta que ponemos en el cepillo de los más pequeños pero nunca prescindir del flúor. Tenéis más información en la web de la sociedad española de Odontopediatría http://www.odontologiapediatrica.com/fluor
Más adelante haré una entrada en el blog dedicada sólo al flúor para intentar desterrar todos los mitos que circulan sobre él.
4. Dejar que se cepillen los dientes sin supervisión.
Poco a poco deben aprender a cepillarse por sí solos, eso debemos tenerlo claro. Pero no podemos pretender que un niño de 4 años sepa cepillarse todas las caras de los dientes, es bastante pretencioso por nuestra parte. En niños de hasta 4 años es mejor que primero le cepilléis vosotros y luego dejarle el cepillo para que lo hagan ellos. En los mayores podemos hacerlo al revés, primero lo hacen ellos solos y luego le repasamos en las zonas que le cueste más.
5. No limpiar la lengua.
La lengua es el “nido” perfecto para miles y miles de bacterias. ¡No podemos olvidarnos de ella! Al principio es totalmente normal que le den arcadas (a niños y adultos), para evitarlo os aconsejo ir cepillando poco a poco…cada día un poco más hacia atrás. Y no intentar el primer día llegar con el cepillo ¡hasta la campanilla!
6. Llevarlo al odontopediatra sólo cuando le empieza a doler un diente.
Esto forma parte de la triste realidad. Un gran porcentaje de mis pacientes acuden por primera vez a la consulta con dolor en alguna muela. Es una pena. Sabiendo que esa caries se podría haber evitado, en gran medida, si los papás hubiesen tenido las indicaciones adecuadas sobre higiene bucal. Por no mencionar lo complicado que se hace para el niño iniciar un tratamiento dental en esas condiciones.
Cuanto antes se acuda al Odontopediatra mucho mejor, si es antes que salga el primer diente… ¡mejor aún!
7. Darle besos en la boca.
Darles besos en la boca, o soplar la comida, o meternos el chupete del niño en la boca. Con todos esos gestos lo único que vamos a conseguir es transmitirle nuestras bacterias (que son mucho más “agresivas”) al niño.
8. Dar algún alimento (sólido o líquido) antes de irse a dormir.
O lo que es peor aún, quedarse dormido mientras se toma el biberón. El cepillado más importante del día es el nocturno, debemos conseguir que cuando se vayan a dormir tengan los dientes limpios. Nada de un vaso de leche con colacao (o similar) en la cama, nada de biberón, nada de yogurt líquido para irse a dormir, ¡a la cama se va con los dientes limpios!
Durante la noche los mecanismos naturales de “autolimpieza” se reducen y se producen las temidas caries.
9. Picotear en exceso.
Ese “picoteo” suele ser con alimentos poco sanos y llenos de azúcar (zumos, batidos, galletas, patatas fritas, etc click this over here now.). Multiplicamos las ocasiones en las que se produce los cambios de pH y por tanto se multiplican las veces al día que “se ataca al diente” y además con alimentos más azucarados.
10. Mojar el chupete -o tetina- en miel o sustancias azucaradas.
Ni el chupete ni la tetina se debe mojar en nada. Al exponer a los dientes a esos alimentos tan azucarados se producen caries muy agresivas en los bebés, a los cuales no se les suele cepillar después de ese uso indebido del chupete. Y ya sabemos, azúcar + falta de cepillado = caries asegurada.
Espero que os sirvan y los tengáis en cuenta para prevenir las temidas caries. Cualquier hábito que tengáis y os preguntéis si puede ser -o no- beneficioso ¡no dudéis en preguntarme!