El descuido de la salud bucal a lo largo de su existencia, malos hábitos alimenticios, tabaquismo y factores emocionales y tensionales han provocado que, en la actualidad, el 50% de las personas mayores de 60 años conserven apenas menos de la mitad de piezas dentales recomendadas para mantener su salud general o evitar mayores daños, agravando aún más la de por sí precaria condición de muchos adultos mayores.
Lo ideal es llegar con por lo menos 24 órganos dentales funcionales, pero en la actualidad esa cifra se ubica alrededor de las 12 piezas, señaló la Subdelegación Médica del ISSSTE, quien destacó que a lo largo de la vida de cada persona la labor preventiva de la salud bucal será determinante para evitar otras enfermedades, cuyo origen puede ser la cavidad bucal.
Entre las consecuencias de un mal cuidado de la boca se encuentran problemas de alimentación y fuertes daños a la economía de los pacientes, pues cuando no cuentan con servicios institucionales de seguridad social la atención dental implica fuertes gastos.
Entre las causas del deterioro de la salud bucal señaló los malos hábitos dietéticos e higiénicos, así como el tabaquismo, que provoca cambios vasculares en la boca, restringiendo la irrigación sanguínea y el suministro de nutrientes a los dientes, los cuales pierden sostén y soporte, ocasionando la caída de las piezas.
Destacó la importancia de que en cualquier etapa de la vida, pero especialmente en los adultos mayores, se apliquen técnicas de autoexploración de su boca, con una periodicidad de por lo menos tres a cuatro veces por semana.
Otros factores que afectan la salud bucal son el estrés. “Todo lo que sea emocional o tensional provoca trastornos serios, que pueden llegar a fracturas de órganos dentarios, particularmente en las piezas viejas o gastadas; también se producen inflamaciones por el rechinamiento de dientes y esto afecta a un gran número de personas”, explicó.
Uno de los mayores riesgos para la salud de los dientes es el consumo de alimentos y líquidos con gran contenido de azúcar, ya que son sustancias que facilitan la acidificación de la saliva y éste es el paso previo para la afectación por caries.
Hay que someterse a una revisión periódica por el especialista y aplicar una buena técnica de cepillado dental, controlar la dieta –que es uno de los factores más importantes para la salud en general– disminuir el consumo de azúcares y productos que se adhieren fácilmente a las piezas dentales.
La higiene dental es por imitación, de tal forma que los padres deben fomentar estos hábitos higiénicos en sus hijos. Estas medidas tienen especial importancia si se considera que el envejecimiento humano inicia a los 20 años, se hace evidente a los 40 y es franco a partir de los 60 años de vida.