La halitosis o mal aliento en niños puede aparecer de forma transitoria o permanente a cualquier edad. De hecho, incluso se puede observar mal aliento en bebés.
Las causas de halitosis en niños pueden ser muy diversas, pudiendo ser desde un mal aliento con origen en la cavidad bucal hasta una halitosis patológica de origen sistémico. Por este motivo, el mal olor de boca en niños debe ser siempre una señal de alerta.
Esto significa que, ante esta situación, los responsables de los menores deben consultar siempre con el odontopediatra y/o el pediatra.
Causas del mal aliento en niños
- Halitosis fisiológica. El aliento fuerte en bebés y niños al despertar por la mañana suele ser normal y transitorio. Se debe a las horas de inactividad nocturna, durante las cuales se reducen la producción y el flujo de saliva.
- Alimentos. Ciertos alimentos como las cebollas, el ajo y las especias pueden causar mal aliento infantil. Esto sucede porque, después de digerirlos, los alimentos ingresan en el torrente sanguíneo, son transportados a los pulmones y afectan al aliento.
- Higiene bucal deficiente. Cuando el cepillado de los dientes es inadecuado o insuficiente, pueden quedar restos de comida en la boca. Esto hace que proliferen microorganismos que fermentan estas partículas de comida produciendo mal aliento en los niños.
- Caries. Es posible que restos de comida puedan quedar atrapados en el interior de las caries, sobre todo cuando estas son profundas. Por tanto, las caries también pueden ser causa un olor de boca en niños que resulte desagradable.
- Infecciones en la boca. Más allá de las caries, el mal aliento en niños también puede deberse a una enfermedad de las encías (generalmente, gingivitis asociada a placa bacteriana) o la presencia de llagas bucales.
- Hongos. Otra causa de mal aliento en bebés y niños pequeños son los hongos. En este caso, la halitosis suele ser especialmente fuerte e ir acompañada de otros síntomas como una capa blanquecina que cubre la lengua y las mejillas interiores y que no se retira con facilidad si se intenta limpiar.
El mal aliento en bebés por hongos suele aparecer al utilizar tetinas (chupetes o biberones) infectados.
También los pequeños que usan corticoides inhalados (por ejemplo, los aerosoles empleados en el caso de bronquitis) son más susceptibles a sufrir una infección por hongos.
Otro factor de riesgo para sufrir un sobrecrecimiento de hongos es la estomatitis herpética, una infección producida por el virus herpes simple que puede causar aftas abundantes con dolor y fiebre.
- Enfermedades respiratorias. Las infecciones respiratorias son una causa muy frecuente de halitosis en niños pequeños. En este caso, suele tener un carácter transitorio y coincidir con la aparición de otros síntomas de infección como fiebre, incremento de la mucosidad nasal o en la garganta, dolor al tragar, tos, etc. De ser así, desaparece cuando la infección se resuelve.
Es el caso de los catarros, las faringoamigdalitis (conocidas popularmente como ‘anginas’) o las sinusitis.
Otras enfermedades respiratorias crónicas pueden provocar mal aliento en niños de forma persistente. Entre las más comunes, el crecimiento excesivo de las amígdalas o adenoides (llamadas popularmente ‘vegetaciones’) o las sinusitis crónicas.
- Cetosis. Hay veces que el cuerpo libera cuerpos cetónicos porque no dispone del azúcar necesario. De ser así, puede aparecer mal aliento en los niños.
- Enfermedades digestivas. El reflujo gastroesofágico puede ser otra posible causa del mal aliento en bebés y niños.
Esto puede suceder cuando los pequeños pasan demasiadas horas sin comer por vómitos o cualquier otro motivo, y también en niños diabéticos.
- Otras causas. En caso de que se observe un mal aliento en bebés y niños de carácter persistente y sin causa aparente, también hay que descartar la presencia de objetos extraños alojados en las fosas nasales y que hubieran podido pasar desapercibidos.
Cómo tratar la halitosis en niños
En caso de detectar mal aliento en los niños, lo primero que se debe hacer es evaluar su higiene bucodental.
Si resulta deficiente o inadecuada, se debe mejorar con hábitos que incluyan el cepillado de dientes supervisado tras cada comida, el uso de hilo dental y enjuague bucal adecuados a su edad, así como la limpieza de la lengua.
Paralelamente, hay que recordar que se deben realizar revisiones periódicas al odontopediatra para poder prevenir y detectar cualquier enfermedad bucal que pudiera causar halitosis.
Siempre que el odontopediatra considere que el mal aliento no procede de la cavidad bucal, derivará al especialista correspondiente. Principalmente, el pediatra. También, siempre que la halitosis vaya acompañada de malestar general y otros síntomas.
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