Menopausia y salud bucodental, ¿cómo afecta a tu boca?

Menopausia y salud bucodental, 5 problemas frecuentes

La menopausia afectará sin excepción a todas las mujeres entre los 45 y los 55 años. Esta fase comienza cuando desciende la producción de hormonas, como los estrógenos y la progesterona , y desaparece el periodo menstrual.

Cuando hablamos de menopausia lo primero que nos viene a la cabeza son los sofocos, las palpitaciones o los cambios de humor. Sin embargo, en esta etapa de la vida, pueden surgir otra serie de problemas, menos conocidos, a los que es necesario prestar atención. Trastornos asociados, en este caso, con la salud oral y que derivan de los cambios hormonales que afectan a la mucosa bucal, las encías y el hueso que sostiene los dientes.

1. XEROSTOMÍA O SEQUEDAD BUCAL

La saliva es fundamental para mantener hidratados y húmedos los tejidos de la boca. Sin embargo, durante la menopausia la secreción salival tiende a disminuir, con lo que la cavidad oral se reseca, favoreciendo la acumulación de bacterias dañinas, causantes de caries, infecciones, halitosis, etc.

2. Síndrome de la boca ardiente o ardor bucal

Notar cierta sensación de quemazón en la boca, sobre todo en la lengua, en ocasiones acompañada de un hormigueo o adormecimiento en los labios y/o las encías, también es un problema bastante habitual.

3.Gingivitis

Se produce cuando la encía comienza a retraerse, llegando a dejar expuesta la raíz del diente. Como consecuencia puede aparecer un sangrado, dolor, y un aumento de la sensibilidad dental con el cepillado y al tomar o comer bebidas calientes o frías.

4. Caries radiculares

Las bacterias que se acumulan más en la boca por problemas de sequedad bucal, y que encuentran en la gingivitis una aliada para concentrarse en zonas del diente ahora expuestas (la raíz), contribuyen al desarrollo de las caries radiculares.

5.Enfermedades periodontales

La periodontitis puede surgir cuando una gingivitis no es tratada a tiempo y degenera. También porque en la etapa de la menopausia son frecuentes la osteoporosis y los cambios en los huesos, que se vuelven más frágiles.

Esta enfermedad tiene una gravedad mucho mayor porque puede provocar la pérdida de hueso, el soporte del diente, lo que conllevaría su pérdida de firmeza, que éste se mueva o que incluso se acabe cayendo.

La prevención, cuidando escrupulosamente la higiene bucodental, la alimentación y eliminando malos hábitos como el tabaco, y acudir con regularidad al dentista, garantizarán que no existan complicaciones si estos problemas se presentan. Así que, si te encuentras en esta etapa de tu vida, y sientes que tu boca está más sensible o vulnerable, acude a vernos para que podamos evaluar su estado y tomar medidas si fuera necesario. Llegar a la vejez con una boca sana es posible, siempre que le prestes atención y cuidados. ¡No lo olvides!